En la recámara del corazón

 

(Copio a continuación un texto recién trovado, que quizá pueda ayudar algunos a profundizar en el simbolismo navideño. Con mis mejores deseos de felicidad!)

 

– Entrando ya en lo más íntimo del antro cavernario, en esta cueva de Belén, donde se producen cada año y se renuevan los misterios del Amor divino, yo me pngo en tus manos para recibirte otra vez, querido Hermano.

– Bienvenido seas a la Hermita[1] del No-saber. Descansa en la felicidad de No-Ser, donde yace desde siempre tu inocencia.

– Te saludo, Maestro. Gracias por estar siempre conmigo, pero dime: en esta intimidad del corazón, la más íntima del Ser, donde podemos gustar, comer y beber el néctar de la Esencia –como si fuera pan y vino- es allí también (es aquí también) donde dejamos de ser?

-Así es, querido hermano.

-Y no es eso contradictorio: que nuestro ser, nuestra felicidad máxima, nuestro amor primero, esté fabricado con la materia del No Ser?

– Si, amigo, es contradictorio. Y qué! ¿No has aprendido tadavía el buen uso del lenguaje? ¿Cómo usarlo para conectarnos con el Misterio, si no somos capaces de admitir de entrada la contradicción? La contradicción está solamente en las palabras, cuando tratamos de captar con ellas el Ser, nuestro Ser, lo más real del mundo y de nosotros mismos, la Identidad verdadera.

-O sea que somos no siendo?

– Tu lo has dicho: somos más no siendo nada… y eso se puede entender a muchos niveles, pero hay que entenderlo bien.

-Claro! Porque no se trata de simular ser humildes, o de fabricar una personalidad modesta, tolerante o amorosa, desde nuestros egos

-Para imitarme a mí debes mantenerte en esta cuna-pesebre del no saber y del no ser. Tu y yo somos lo mismo. No puedes tratar de construir lo que ya eres. Déjate crecer con el cuidado de la Madre que te ha parido, con la guía del maestro carpintero, que conoce los secretos de la ciencia y del oficio, con el poderoso aliento cálido del buey y el burro: sobre todo, déjate mecer con el Aliento del Padre, que sin cesar te está insuflando la vida, por el aspir y el expir, por el latido de tu corazón, por la llama de tu comprensión y la riqueza inextinguible de tu Amor.

José Olives Puig

Tiempo de Navidad, 17.12.10


[1] Opto por seguir la broma (hermética?) del noveno arcano del tarot escribiendo con hache este término.

Un pensamiento en “En la recámara del corazón

  1. Felicitats per aquests escrits! Últimamanet hi he estat fent una ullada. Són valiosos, com les seves classes, i mai em deixen indiferent.
    Estic a l’espera dels seus nous cursos, per veure si podem coincidir amb la Laia, i anar-hi juntes!
    Felicitats altre vegada per la pàgina, i tot el material que hi penja.
    Feliç any nou.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.